Cita con una desconocida (Miley/Hannah)

Había quedado con aquella tal Miley; la cual no conocía ni por físico, a ver cómo la reconocía, dicho sea de paso... El lugar donde estaba seguía estando repleto de arena y la gente caminaba cada una a su propio pedo, mientras yo, esperaba en el sitio acordado con las gafas de sol puestas y un look muy parecido al del día anterior, cuando había estado con Hannah, pero en otras tonalidades y, en vez de una camiseta ajustada de tirantes, una camisa de manga corta, con mi collar por encima de ella.
Se me hacía raro vestir de verano, últimamente hacía tanto que no iba a una playa... y, aquella vez, precisamente, no había sido para bañarme.

Como siempre, estaba pegada a mi móvil mientras caminaba, informándole por sms a Lily de lo que estaba haciendo. Poco más y aquello parecería Twitter... pero como ya últimamente casi no la veía, tenía que estar informándola de vez en cuando de lo que me pasaba, que la verdad es que aquello días había sido poco... Hasta ahora. Me había vestido en plan veraniego y me había recogido el flequillo para ir a la cita con Nick Lucas. Iba a tener que intentar hacer como que no le conocía, aunque conociéndome, seguro que metía la pata en el peor momento...
Despegué la mirada de la pantalla del móvil y alcé el cuello como si pudiese ver por encima de las cabezas, buscando a Nick. Supuse que era uno que estaba apoyado en una pared, distraído y caminé hasta él. Cuando noté que se me metía arena por las zapatillas, maldecí entre dientes, por lo bajo. Post-it mental: no volver a llevar Converse fuese cual fuese la situación.
Cuando estuve casi a su lado, le di unos toquecitos para llamarme la atención, encogiéndome de hombros y saludando con una mano, sonriendo con los labios hacia dentro y las cejas alzadas.
-Hola, soy Miley.-me presenté.

Estaba distraido haciendo formas raras en la arena con mi pie, hasta que noté unos toquecitos en mi hombro que me hicieron girar. Al principio decidí esperar hasta que la chica se presentara, y luego sonreí, sorprendido.
-¡Vaya, tú eres Miley! Encantado -dije dándole, como las chicas solían hacer, un beso en las mejillas-. Yo Nick. Aunque, seguro que lo sabes, ¿verdad?

Sonreí y resoplé, poniéndome una mano en la cintura, apoyándome en una sola pierna y rodando los ojos.
-No, qué va, en realidad no; me he acercado para ver si vendías enciclopedias.-bromeé negando con la cabeza, después recordé que no teníamos tanta confianza, bueno, teorícamente, y sonreí avergonzada.-Quiero decir... Era broma. Hannah me ha hablado mucho de ti, dice que eres buena gente.-dije sonriendo y dándole un toque con el puño cerrado en el hombro, después VOLVÍ a recordar que no teníamos taaanta confianza (Post-it mental: Hacer caso de mis post-it mentales) e hice un gesto con la mano como si le limpiase el hombro, frotándoselo.

Miré su gesto con una sonrisa de medio lado conforme alzaba las cejas.
-Bueno, al menos veo que te ha dicho algo bueno de mí.. Supongo que te habrá dicho que soy el más amable, más inteligente, más maduro y más guapo de mis hermanos, ¿no? -bromeé riendo entre dientes.

Sonreí de lado, embobada, como cuando intentaba saludar a un chico guapo en mi clase, pero en vez de dejarme llevar como siempre, seguí con mi plan; hacer que le gustase Miley y no Hannah.
-En realidad no, estaba más ocupada en quitarse los pelos de las piernas cuando me lo dijo.-hice un gesto de dolor entrecerrando un ojo y me acerqué a él como si le fuese a contar un secreto.-No veas como las tiene, en vez de vello aquello parecía un bosque; tenía su propio ecosistema basado en bichos.-dije moviendo la mano como diciendo "qué fuerte" a la vez que negaba la cabeza.

Fruncí el ceño de una manera exagerada, mirando hacia los lados con una mueca de asco.
-Eh... Vaya, la cruda realidad... Y eso que a casi todas os da para laser hoy en día... -siseé más para mí mismo que para ella-. Eh... Mejor no entremos en detalles.
Intenté imaginarme la escena y exageré encogiendo los hombros. Brrr... Un escalofrío.

Palmeé su hombro dos veces, suspirando.
-Te comprendo. Si te afecta es porque eres humano.-bromeé volviendo a rodar los ojos y junté mis manos.-¡En fin! Dejemos de hablar de Hannah y háblame de ti... Y de paso movámonos de esta zona.-hice un circulo con mis manos, fastidiada.-Mis zapatillas están tan llenas de arena que creo que estoy pisando un desierto y créeme, no es agradable.

Sonreí de oreja a oreja y le señalé las converses.
-¿Por qué no te las quitas? Podríamos bordear la playa, así andarías descalza -opiné.